Corazón....órgano vital, el que nos dá la vida, el que nos hace sentir toda serie de emociones, sensanciones, y también dolor. Los sentimientos forman parte de nuestra persona. Cada uno de nosotros reaccionamos de forma diferente a cualquier situación que nos presenta la vida, pero en definitiva, lo que más nos marca en ese órgano vital que todos poseemos: es el dolor, la decepción. Eso lo llevamos mal, aunque nos cueste reconocerlo.
Solemos decir, en una relación que por ejemplo termina, que la próxima vez aprenderemos a no cometer los mismos errores, pero personalmente creo que, eso no es del todo cierto. Cada uno de nosotros estamos hechos de una "pasta" diferente y hay que sentirse orgullosos de como somos. Hay quién se implica al cien por cien, poniendo cuerpo y alma, luchando por la persona que tienes a tu lado, y creemos que vale la pena, si no lo creyésemos de nada serviría seguir adelante. Creemos que conocemos a la persona que día a día está a nuestro lado, y cuando todo termina es cuando entra el dolor, esa sensación de vacio que nos invade, nos damos cuenta que no conociamos a quién estaba a nuestro lado.
A veces decimos ante los demás que lo hemos dejado por mútuo acuerdo, para guardar las aperirncias, pero en el fondo de nuestra alma, sabemos que eso no es cierto, nos han dejado a mitad de camino, cuando más necesitabas ese hombro donde apoyarte. No es justo, pero ¿qué es justo en la vida? ¿vamos a cambiar? Las personas no cambian, pueden mejorar en algunos aspectos, porque eso es la personalidad, y ser generos de corazón forma parte de nosotros y hay que sentirse orgullosos por ello.
El verdadero amor es como los fantasmas, solo unos pocos pueden verlo.
A Ud. señora...y por supuesto a Ud. señor. A todas aquellas personas que llegan a cierta edad en la que ya pueden volar un poco más, en la que se puede dedicar más tiempo a uno mismo, pero... llegan también esos pequeños temores de asomarnos a la vida. A veces pensamos en lo que nos gustaría hacer, pero ese temor, ese qué dirán nos impide disfrutar de hacer lo que realmente queremos.
Hoy me apetece escribirte, aunque todos los dias te tengo en el corazón. Nos cococemos desde que nací, bueno Tú un poco antes. Desde mi niñez ya quisiste para mi que fuese una luchadora y aunque eso cuesta muchísimo te estoy agredecida. En todas las situaciones difíciles que me ha tocado vivir, una detrás de otra, te hacía un montón de preguntas, porque no veía salida , incluso me enfadaba contigo, pues ya sabes que soy testaruda e impulsiva pero tu siempre me has cogido de la mano, nunca nos has abandonado.
Solemos decir, en una relación que por ejemplo termina, que la próxima vez aprenderemos a no cometer los mismos errores, pero personalmente creo que, eso no es del todo cierto. Cada uno de nosotros estamos hechos de una "pasta" diferente y hay que sentirse orgullosos de como somos. Hay quién se implica al cien por cien, poniendo cuerpo y alma, luchando por la persona que tienes a tu lado, y creemos que vale la pena, si no lo creyésemos de nada serviría seguir adelante. Creemos que conocemos a la persona que día a día está a nuestro lado, y cuando todo termina es cuando entra el dolor, esa sensación de vacio que nos invade, nos damos cuenta que no conociamos a quién estaba a nuestro lado.
Decíamos ayer... cosas bonitas y otras no tanto, así es la vida. Después de estar unas semanas sin escribir en el blog, hoy retomo la escritura a "dedo" si, las circustancias mandan y hay que adaptarse a ellas, sacar lo positivo, aunque cueste , pero esa es la lucha en la vida. Durante todo el tiempo que llevo asimilando mis "circustancias" una se para a pensar que, la vida te ha cambiado por completo. Muchas preguntas con pocas respuestas, al mismo tiempo te permite conocerte un poco mejor y eso es genial. El interior de una persona si uno mismo sabe verlo es una fuente inalcanzable de riquezas.