A Ud. señora...y por supuesto a Ud. señor. A todas aquellas personas que llegan a cierta edad en la que ya pueden volar un poco más, en la que se puede dedicar más tiempo a uno mismo, pero... llegan también esos pequeños temores de asomarnos a la vida. A veces pensamos en lo que nos gustaría hacer, pero ese temor, ese qué dirán nos impide disfrutar de hacer lo que realmente queremos.
En el paso de los años empleamos casi un noventa por ciento a las obligaciones, a la vida cotidiana de cada uno, y cuando nos damos cuenta nos hemos olvidado de nostros mismos. Es lamentable, pero así es.
Ahora en la etapa de los cuarenta y tantos, es hora de realizarnos, sino plenamente, si un poco bastante. Mirar a la vida sin miedo, escuchar a nuestro interior y a esa fuerza que nos dá la vida. Aprovecharla porque la vida pasa más rápido de lo que quisiéramos, y lamentarse no sirve de nada. Hay que vivir un poco más, sin olvidarse que "los deberes se encuentren bien hechos". Sobrevivimos a infinadad de situaciones que nos presenta la vida, y también podemos sobrevivir a hacer lo que nos guste sin miedos. El miedo no nos deja avanzar, nos paraliza y eso no lo podemos permitir.
"Vida, ya te puedo mirar?...
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